Reseña de prensa: “Traditionis custodes” en el contexto de la crisis actual (4)

Fuente: FSSPX Actualidad

Han sido muchos los comentarios y análisis sobre el Motu proprio Traditionis custodes este verano. Todos sitúan la decisión tomada por Francisco de limitar al máximo la celebración de la Misa tradicional, en el contexto de la crisis que actualmente sacude a la Iglesia, pero con perspectivas muy diferentes.

El declive de la Iglesia católica bajo el pontificado de Francisco

Pasando de las cifras a las causas, de los síntomas a las razones subyacentes, llegamos a preguntarnos sobre el declive de la Iglesia bajo el pontificado de Francisco y, más precisamente, el declive de su carácter universal (es decir, católico).

Esto es lo que señala Lucio Caracciolo, director de la revista geopolítica italiana Limes, para quien ahora está claro que la universalidad -intrínseca a la misión de la Iglesia católica- está dando paso a una nueva tendencia: la de las Iglesias católicas nacionales o supranacionales, que en su práctica y su mentalidad, siguen su propio camino, manteniendo relaciones regulares con Roma.

Para explicar este cambio sin precedentes, el académico italiano ofrece los siguientes argumentos: "El Papa Francisco ha convertido el cuestionamiento del carácter constantiniano de la Iglesia en su principio geopolítico básico".

Según Lucio Caracciolo, "Francisco se ha separado abiertamente de los aspectos histórico-institucionales, adoptando un enfoque plenamente evangélico. Pero al criticar el constantinismo, que en sí mismo alberga esta idea de universalidad, también se corre el riesgo de cortar el trigo junto con la cizaña".

En nombre de una "Iglesia saliente" y misionera, el Papa argentino quiso cortar los lazos con el pasado. Para algunos, es un proceso de inculturación [de adaptación al mundo moderno]; para otros, una absoluta 'rendición al mundo actual', una forma de herejía".

Pero el riesgo está ahí, y Lucio Caracciolo lo identifica: "a menos que ahora el catolicismo romano se transforme en una especie de protestantismo particular", una acusación que ha sido dirigida repetidas veces al Papa por una parte del clero, para quien la actitud y las decisiones de Francisco debilitan su autoridad, la eficacia de su gobierno y las estructuras eclesiásticas a las que finalmente pertenece.

El politólogo observa una tendencia creciente de las conferencias episcopales a establecerse de hecho como Iglesias nacionales más o menos autónomas en relación con Roma: "¿Qué une hoy a un católico polaco y un sudamericano, un africano y un italiano? De hecho, muy poco. Hasta el punto de poner en tela de juicio la universalidad de la Iglesia y la legitimidad de su centro romano".

Y la causa de este declive de la universalidad católica se encuentra en Roma: en comparación con sus predecesores, el Papa Francisco aplica un enfoque diferente, como invertido, sobre el mundo, un enfoque que se extiende desde la periferia y no desde el centro.

"Está profundamente marcado cultural y políticamente por la experiencia del peronismo", subraya Lucio Caracciolo. Hay pocos indicios de su papel como obispo de Roma. Es como si su diócesis principal no le interesara realmente. Este elemento ha contribuido a acelerar la tendencia de algunos obispos a seguir su propio camino.

"Hasta el punto de que algunos incluso han teorizado la tesis de un 'Vaticano móvil', una especie de Iglesia católica romana policéntrica", un centro de vida de la Iglesia con geometría variable que surge del enfoque de Francisco, adepto de una "Iglesia poliédrica".

Sin embargo, "cuando se 'periferiza' el centro, este desaparece. Cada periferia se convierte en un centro", remarca el politólogo italiano que se plantea esta pregunta: "¿Sobrevivirá la Iglesia católica hasta el fin de este siglo? ¿O tendremos varias Iglesias, como una especie de archipiélago de 'Iglesias católicas' que podría incluso desembocar en una serie de cismas capaces de dividir al mundo católico?"

Y se pregunta: "Finalmente, ¿en qué medida afectará la tendencia a la desintegración de la universalidad de la Iglesia católica al orden geopolítico mundial durante las próximas décadas? Estas son preguntas fundamentales que seguramente son motivo de preocupación para el Papa Francisco y lo serán para sus sucesores durante mucho tiempo. Pero parece que, por el momento, el Papa actual quiere eludir esta cuestión".

Este análisis estrictamente geopolítico ignora la promesa de Cristo a Pedro y sus sucesores: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella" (Mt 16,18), pero no nos aleja del análisis teológico del Motu proprio Traditionis custodes.

Por el contrario, refleja lo que escribió el Padre Davide Pagliarani, Superior General de la Fraternidad San Pío X:

"La batalla de estos últimos cincuenta años, que el 16 de julio acaba de experimentar un momento ciertamente significativo, no es la guerra entre dos ritos: es de hecho la guerra entre dos concepciones diferentes y opuestas de la Iglesia y de la vida cristiana, absolutamente irreductibles e incompatibles entre sí. Parafraseando a San Agustín, podríamos decir que dos Misas construyen dos ciudades: la Misa antigua ha construido la ciudad cristiana, y la Misa Nueva pretende construir la ciudad humanista y secular".