¿Qué es la "teología de rodillas" del Papa Francisco?

Para él, una Iglesia sinodal “en salida” exige una teología también “en salida”, capaz de “interpretar proféticamente el presente” y de discernir “nuevos caminos para el futuro”. Debe “acompañar” las profundas transformaciones provocadas por el “cambio de época” en curso.

Esta “apertura al mundo” debe conducir a una “revisión epistemológica y metodológica” de la teología, y a un “cambio de paradigma”. – En otras palabras, la nueva teología debe alinearse con el mundo actual, tanto en el fondo como en la forma, adoptando sus ideas y su vocabulario.

El Papa pide a los teólogos “leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en las que viven diariamente los hombres y las mujeres”. Al cultivar este “discernimiento de los 'signos de los tiempos'”, la nueva teología debe poder preconizar una cultura del diálogo, “enfrentándose abiertamente a todos, creyentes y no creyentes”.

El peligro para la teología es dejarse “encerrar en la autorreferencialidad, lo que conduce al aislamiento y la insignificancia”, afirma Francisco. Debe apropiarse de “nuevas categorías desarrolladas por otros conocimientos, para penetrar y comunicar las verdades de la fe y transmitir la enseñanza de Jesús en los lenguajes de hoy, con originalidad y conciencia crítica”. – A pesar de algunas precauciones retóricas destinadas a tranquilizar a los ingenuos, en realidad se pasa del alineamiento al acoplamiento frente a la modernidad.

Diez días antes de este Motu proprio, el 21 de octubre, durante el Sínodo sobre la Sinodalidad, Monseñor Franz-Josef Overbeck, obispo de Essen (Alemania), militante del Camino Sinodal alemán, declaró que los “signos de los tiempos” deben marcar el camino a la Iglesia.

Incluso afirmó que "si la teología, el magisterio o la tradición persisten en contradicción con los signos de los tiempos", si son "irreconciliables" con esos signos, "no convencerán a nadie y ni siquiera podrán orientar a los católicos". Y reconoció que, en su opinión, se debe dejar de lado efectivamente la tradición apostólica.

En Ad theologiam promovendam se esclarece lo que el Papa quiere decir con la expresión “teología de rodillas”. Ya había utilizado este término cuando celebró el informe introductorio del cardenal Walter Kasper al consistorio que precedió al Sínodo sobre la Familia, en 2014. El prelado alemán pidió entonces un verdadero “cambio de paradigma”, en particular en lo que respecta al acceso a la comunión para los divorciados vueltos a casar civilmente.

Básicamente, esta nueva teología no se arrodilla por piedad. Se arrodilla servilmente ante todas las aspiraciones del mundo moderno, aspiraciones precipitadamente denominadas “signos de los tiempos”. Es una teología alineada con el pensamiento dominante que aboga por la independencia del hombre, su autonomía frente a la ley natural y sobrenatural.

Es de temer que una teología constantemente arrodillada ante las ideologías actuales, se convierta muy rápidamente en una “teología de rodillas”, incapaz de mantenerse doctrinalmente firme.

Padre Alain Lorans