Inglaterra: nuevas restricciones después de “Traditionis custodes”

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Vincent Nichols

Inglaterra y Gales fueron los primeros países en solicitar, en 1971, la posibilidad de celebrar la misa según la forma litúrgica tradicional después de las primeras modificaciones del rito tridentino -en 1965 y 1967- mediante el famoso "indulto Agatha Christie". Hoy, la coexistencia de ambos ritos, al menos en lo relacionado con el sacramento de la confirmación, ha llegado a su fin.

El arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal Inglesa, el cardenal Vincent Nichols, declaró que a partir de ahora ya no se permitirá celebrar el sacramento de la confirmación según el rito tradicional en la arquidiócesis que él dirige.

La Latin Mass Society escribió una carta al prelado el 14 de diciembre para hacerle algunas preguntas al respecto. El arzobispo respondió el 20 de enero: "Pido disculpas por este retraso, pero quería estudiar las implicaciones de la 'Responsa ad dubia' publicada por la Congregación para el Culto Divino".

"Una de las preguntas planteadas a la Congregación se refiere a la celebración de los sacramentos según las formas anteriores al Concilio Vaticano II", continúa el arzobispo. "La respuesta dada por la Congregación fue negativa.

"En efecto, cualquier uso del pontificio preconciliar ahora está prohibido. Esto quiere decir que el sacramento de la confirmación debe celebrarse según la forma aprobada para toda la Iglesia latina el 15 de agosto de 1971". En la práctica, esto significa la desaparición de la liturgia tradicional, con excepción de la celebración de la misa.

El cardenal, sin embargo, dejó una puerta abierta a futuros cambios: "seguiremos, por supuesto, reflexionando sobre las disposiciones establecidas por la Santa Sede en esta materia y sobre la importancia de la renovación litúrgica a la que estamos llamados, así como sobre las necesidades pastorales de los fieles".

Desde hace casi 20 años, la Latin Mass Society ha organizado celebraciones anuales del sacramento de la confirmación según el rito tradicional en la iglesia de St. James, en el centro de Londres, a cargo de un obispo auxiliar enviado por la arquidiócesis de Westminster.

El presidente de la sociedad, Joseph Shaw, declaró que "la suspensión de estas celebraciones significa la pérdida de una gran parte de lo que los obispos de Inglaterra y Gales han solicitado y obtenido estableciendo una coexistencia serena entre las formas litúrgicas nueva y antigua".

En el motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI en 2007, se reconoció el derecho de todos los sacerdotes a celebrar la misa tradicional, sin tener que pedir permiso a su obispo. Con esta medida, el Papa intentó facilitar la existencia y la aplicación de las dos formas litúrgicas para lograr un "enriquecimiento mutuo".

El 16 de julio de 2021 entró en vigor el documento Traditionis custodes del Papa Francisco, donde se estipula que es "competencia exclusiva" del obispo diocesano autorizar la celebración de las misas tradicionales en su diócesis, y establece muchas otras restricciones para la liturgia tradicional, con el objetivo de eliminarla gradualmente.

El 15 de enero pasado, se celebró en París el congreso del Courrier de Rome, que se centró precisamente en este asunto: "Después de Traditionis custodes, ¿cómo guardar la Tradición?" La cuestión es apremiante, especialmente para los padres de familia que tienen hijos en edad de ser confirmados, y para los ordenandos que esperan recibir el sacerdocio según el rito tradicional.